Lentes de contacto

Las lentes de contacto son una excelente alternativa a las gafas tradicionales. Ofrecen una libertad y comodidad sin igual, permitiéndote disfrutar de una visión clara y sin obstáculos. Sin embargo, existen diferentes tipos de lentes de contacto en el mercado y cada uno tiene sus propias características, ventajas y desventajas. En este artículo, descubriremos los tipos de lentes de contacto, cómo colocarlos, problemas comunes y cómo cuidarlos adecuadamente, así como consejos para comprar lentes de contacto.

Tipos de lentes de contacto

*Hay varios tipos de lentes de contacto disponibles en el mercado. Las más comunes son las lentes de contacto blandas, y dentro de las mismas podemos encontrar lentes de contacto de hidrogel y lentes de contacto de hidrogel de silicona, estas últimas son las más novedosas y las que ofrecen una mayor calidad y confort a nuestros ojos, y las tenemos disponibles para astigmatismo y para vista cansada o presbicia. 

También podemos encontrar las lentes de contacto semi-rigidas, lentes esclerales, lentes de contacto cosméticas y lentillas de fantasía. 

Lentes de contacto blandas

Las lentes de contacto blandas están hechas de materiales hidrofílicos, lo que significa que proporcionan un aumento de la permeabilidad al oxígeno, de la  humectabilidad y del rendimiento clínico. Son muy flexibles y cómodos de usar, lo que los hace ideales para personas con un estilo de vida activo. Estas lentes  vienen en diferentes modalidades de uso, como diarias, semanales y mensuales.

Estas  pueden ser desechables, lo que significa que se usan una sola vez y se desechan, lo cual es una gran ventaja porque aportan al uso seguridad y confort, una lente de contacto desechable diaria te permite estrenar una lentilla nueva cada dia, no requieren de líquidos de mantenimiento y por tanto, son más higiénicas que las lentes de contacto mensuales, tanto si no te las pones mucho, como si las usas todos los días, son una opción perfecta para un gran porcentaje de usuarios de lentes de contacto.  También existen lentes de contacto blandas de reemplazo quincenal o mensual. 

Lentes de contacto semirígidas permeables al gas (GP)

También conocidas como lentes semirrígidas o rígidas permeables a los gases (RPG), suelen ser lentes de diámetro inferior al de nuestra córnea, duras al tacto y ligeramente flexibles. Esta flexibilidad será mayor o menor en función del material con que están fabricadas y la cantidad de oxígeno que permiten pasar al ojo: cuanto más permeables al oxígeno, serán más flexibles y más delicadas en su manipulación.

Aunque la cantidad y calidad de la lágrima siempre es un factor importante en cualquier adaptación de lentes de contacto, la estructura de estas lentes RPG no depende del contenido en agua; esto hace que la calidad de visión sea muy buena, estable, porque proporcionan una superficie regular al paso de la luz al ojo.

La adaptación de estas lentes es un poco más lenta que en el caso de las lentes blandas; la primera vez que se colocan se nota un cierto roce al que habrá que acostumbrarse poco a poco. Con el paso de los años de uso la probabilidad de complicaciones es menor que con las lentes blandas.

Con un mantenimiento y limpieza bastante sencillo, la frecuencia de reemplazo recomendada es anual.

Este tipo de lente de contacto es menos frecuente que las lentillas blandas, es cierto que las lentillas semirrígidas proporcionan una buena visión, pero hoy en día, también alcanzamos una buena visión con las lentes de contacto blandas y estas son más cómodas al porte, por lo que son las de primera elección, a excepción de tener una córnea irregular o alguna otra patología que requiera del uso de este tipo de lente de contacto.

Lentes de contacto multifocales

Las lentes de contacto multifocales están diseñadas para personas que necesitan ver bien a diferentes distancias. Estas lentes tienen diferentes zonas de visión dentro de la misma lente, lo que permite al usuario ver claramente a diferentes distancias. Los lentes de contacto multifocales son nuestra primera elección, cuando empezamos con la vista cansada o presbicia, a partir de los 40 años.

Lentes de contacto tóricas

Las lentes de contacto tóricas están diseñadas para corregir el astigmatismo, una condición en la que la córnea del ojo es ligeramente irregular.

Estas lentes tienen una curvatura diferente en la parte superior e inferior, lo que compensa la irregularidad de la córnea. Además, pueden tener diferentes potencias en diferentes zonas del lente para corregir problemas de visión adicionales.

¿Cómo colocar los lentes de contacto?

Si eres como la mayoría de los usuarios nuevos, colocarse los lentes de contacto probablemente te ponga un poco nervioso. No te preocupes, eso es normal. Pero te sorprenderás de lo fácil que es y de lo rápido que te acostumbras a hacerlo.Sigue estos pasos para colocar tus lentes de contacto correctamente:

  • Lávate las manos con agua y jabón y sécalas completamente.
  • Abre el estuche de tus lentes de contacto y asegúrate de que la lente de contacto está en perfectas condiciones, no deberías ver roturas ni rayaduras.
  • Coloca la lente en la punta de tu dedo índice. Asegúrate de que la lente está hacia arriba y que no esté doblado.
  • Coloca el dedo medio de la misma mano cerca de las pestañas inferiores y baja el párpado inferior. Usa el dedo índice o medio de la otra mano para levantar el párpado superior.
  • Coloca suavemente la lente en el ojo y cierra lentamente el ojo. Parpadea varias veces para asegurarte de que la lente está en su lugar.
  • Repite los mismos pasos con el otro ojo.

Problemas que puedes tener si no usas bien tus lentes de contacto

1. No lavarte bien las manos

Es prioritario realizar un buen lavado de manos, lavar bien las manos con agua y jabón y secarlas muy bien, una correcta higiene de nuestras manos antes de manipular las lentillas es fundamental para que no quede ningún rastro de suciedad y así preservemos nuestra salud ocular y la de nuestras lentillas.

2. Lavar las lentillas con agua

Las lentillas blandas no pueden estar en contacto con el agua. Cualquier agua, ya sea la del grifo, destilada, mineral etc. Tiene una serie de microorganismos que pueden depositarse en la lente y producirnos una seria infección. Además el agua no tiene el componente desinfectante y conservante que necesita la lentilla cuando está fuera del ojo. Es importantísimo guardar siempre las lentillas en solución única o líquido de lentillas especialmente diseñados para esas lentillas en concreto.

3. Ducharte o nadar con lentillas sin cuidado

Como hemos visto,el agua y las lentillas no se llevan bien, debemos evitar que nuestras lentillas se mojen y puedan contaminarse.

Si tenemos que ducharnos con lentillas lo mejor es hacerlo con los ojos cerrados y teniendo mucho cuidado para que no nos entre agua.

Si por necesidades visuales tenemos que  bañarnos en la piscina o en el mar con las lentillas puestas porque si no, no podemos ver bien y no encontramos donde tenemos la sombrilla es imprescindible que lo hagamos con gafas de natación o de buceo puestas y  bien ajustadas para evitar que llegue el agua a la lentilla.

4. No limpiarlas si llevas días sin usarlas

Algunos usuarios de lentes de contacto no se las ponen todos los días, si llevamos una lentilla de reemplazo mensual o quincenal y no nos la ponemos todos los días, igualmente tenemos que cambiarle el líquido de mantenimiento, puesto que este va perdiendo propiedades. Y debemos tener en cuenta que las lentillas dentro del estuche portalentes sin cambiar la solución única cuando vayamos a ponernos las lentillas es posible que no estén del todo limpias, y si no están del todo limpias ponemos en riesgo nuestra salud y nuestra integridad ocular. Es importante que recordemos que, aunque no nos pongamos las lentillas todos los días, si debemos cambiarle el líquido todos los días.

5. Poner las lentillas del revés

La posición correcta de la lentilla es aquella en la que los bordes quedan redondeados y tiene forma de media esfera. Para acordarnos podemos decir que la lentilla tiene forma de cuenco.Cuando la lentilla está del revés, los bordes salen un pelín hacia afuera. La forma de la lentilla en este caso se asemeja más a un plato.

6. Usar las lentillas o el líquido después de su fecha de caducidad

Es muy importante que nuestros líquidos de mantenimiento estén en perfectas condiciones, un líquido caducado es un líquido que ya no tiene las mismas propiedades, y por tanto no podrá desinfectar ni conservar la lentilla como debiera. Y lo mismo pasa con las lentillas, una lentilla caducada es una lentilla que ha perdido sus propiedades y puede ocasionarnos molestias, mala visión e incluso una infección. Una vez abierta el tiempo corre y si le alargas la vida útil correrás riesgos innecesarios.

7. Dejar abierto el portalentes o dejar la solución única destapada

Es muy fácil que una lentilla se contamine. Si dejamos las lentillas dentro de su estuche porta lentes, pero no lo cerramos, corre el riesgo de contaminación.Lo mismo ocurre con la solución única, si no le ponemos el tapón lo más seguro es que se contamine y pierda todas sus propiedades.

8. Dormir con lentillas blandas o usar las lentillas demasiadas horas

Para el correcto funcionamiento de nuestros ojos es muy importante que obtengan la cantidad necesaria de oxígeno todos los días. Es cierto que los materiales más novedosos para las lentillas hacen posible que pase bastante cantidad de oxígeno a través de ellas para que llegue a nuestros ojos.Pero la mejor forma de oxigenarlos completamente es quitando las lentillas, algo que debemos hacer todos los días.

9. No revisar tus ojos en tu óptica cada 6 meses

A veces ocurre que una lentilla que te iba bien y con la que estás cómodo te empiece a producir molestias. Además, por un mal uso puedes tener alguna infección y no darte cuenta hasta que sea tarde.Para evitar problemas, lo mejor es hacer una pequeña revisión en la óptica cada 6 meses aproximadamente. Así evitas encargar unas lentillas que no te van a ir bien o previenes problemas serios que te pueden afectar más adelante.

10. Comprar lentillas online en establecimientos que no sean ópticas y que no cuenten con un contactólogo cualificado para realizar los oportunos controles

No tenemos que olvidar nunca que las lentillas son un producto sanitario y que si no son correctamente adaptadas y controladas por un contactólogo pueden producirnos serios problemas. Da igual que sean lentillas transparentes, lentillas de colores o lentillas de fantasía.

Comprar lentes de contacto

Si estás interesado en comprar lentes de contacto, es importante que te asegures de que sean adecuados para tus necesidades de visión y estilo de vida. Sigue estos consejos para comprar lentes de contacto:

  • Consulta a tu optometrista para obtener una sugerencia de cuales son las lentes de contacto adecuada para tus ojos. Esto puede incluir un examen ocular y una evaluación de tus necesidades de visión.
  • Compra tus lentes de contacto de un centro de confianza, como una óptica o en su tienda en línea tras hacerte la revisión con el optometrista.
  • Asegúrate de que los lentes de contacto que compras sean los indicados para tus necesidades de visión y estilo de vida. Hay diferentes tipos de lentes de contacto disponibles, desde lentes desechables diarios hasta lentes de contacto de uso prolongado.
  • Considera el coste de los lentes de contacto, incluyendo el coste de las soluciones de limpieza y almacenamiento, y asegúrate de que puedas pagarlos a largo plazo.

En resumen, los lentes de contacto son una excelente opción para corregir la visión sin usar gafas. Hay muchos tipos de lentes de contacto disponibles, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Es importante seguir las instrucciones del optometrista para colocar, cuidar y reemplazar tus lentes de contacto. Si experimentas algún problema con tus lentes de contacto, acude a tu óptica de confianza y consultalo con su optometrista de inmediato.

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